He aprendido de tu ausencia,
de la distancia y la soledad.
He aprendido a no buscarte,
a no encontrarte y maquillar la verdad.
Pero aquí siempre recurrente apareces.
A pesar de no encontrarte,
de no buscarte,
de no recordarte, mis palabras si lo hacen
te laten,
mis sueños te dibujan
y mis mañanas, no se pueden considerar mañanas
cuando aquí tú no estás.
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